Los clubes de golf cerrados y a la deriva
A más de un año del inicio de la pandemia por el COVID-19 las instituciones del golf uruguayo están en la gran mayoría en un estado alarmante.
Los clubes no cubren sus presupuestos y pierden mes a mes.
Las instituciones más importantes sufren, también los que menos socios tienen colapsan.
Canchas en mal estado, mantenimientos austeros, ninguna competencia y caída de sus masas sociales.
Así los clubes atraviesan la pandemia por el COVID-19 sin tener ayuda ni el órgano rector del golf uruguayo ni del gobierno Nacional.
Mas allá de lo económico, la ausencia de la Asociación Uruguaya de Golf (AUG) es preocupante.
La molestia de los clubes con la AUG pasa porque ésta no ha tomado ninguna iniciativa para demostrarle a la Secretaría Nacional del Deporte (SND) que el golf es un deporte seguro y que durante la pandemia no se registraron contagios en las canchas de Uruguay.
Día tras día los funcionarios de las instituciones y los directivos reciben las quejas de los socios quienes abonan mes a mes la cuota social, en otros casos la cuota es anual y en dólares estadounidenses.
Si bien en muy pocos clubes han determinado bajar la cuota para el socio, sigue acelerando la baja de golfistas en Uruguay.
Muchos ingresos de las cuotas sociales provienen desde países limítrofes que hoy el estado uruguayo no los deja ingresar.
Argentina y Brasil están atravesando un muy mal momento a raíz de la pandemia por el COVID-19 y si bien esos socios que se encuentran en los países vecinos son del poder adquisitivo alto, tras un año de pandemia los hábitos han cambiado y uno gasta en otras cosas y no en mantener el “status” de pertenecer a una determinada institución que prácticamente no puede asistir ni jugar.
Esto ha generado un gran problema en los ingresos de las instituciones del golf uruguayo.
Sin cuotas sociales, patrocinadores, recaudación por conceptos de green fees y torneos, los clubes están en una inquietante situación.
Los clubes de golf deberán resolver si hacer caso a la resolución de la Secretaría Nacional del Deporte (SND) manteniendo cerrado y fundirse o hasta cerrar, o ante la nula actuación de la AUG acudir directamente a la SND para lograr la autorización de abrir.