CGCerro

Mucha incertidumbre por el cambio de Presidente

El Club de Golf del Cerro (CGC) tuvo cambios de autoridades debido a la renuncia de su presidente y personas allegadas al mismo.

Carlos Eguia dejó de comandar la institución y asumió Ruberli Pereira.

Pereira tendrá la responsabilidad de continuar el legado impuesto por Nelson Olivera y luego Carlos Eguía.

Ambos expresidentes han llevado al club a mejorar considerablemente la institución no solo el campo, sino en la cantidad de socios activos, buscar nuevos golfistas y realizar campeonatos con auspiciantes.

Pese a todos esos esfuerzos, los problemas terminan en los económicos ya que el Club de Golf del Cerro hace un largo tiempo es deficitario.

Hace unos años atrás, el Club de Golf del Uruguay (CGU) se presentó a la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM) para buscar la posibilidad de viabilidad del Club de Golf del Cerro y en contrapartida bajar el “canon” que abona mes a mes al Municipio por el predio de Punta Carretas.

El CGU tendría una segunda cancha, potenciaría mucho lo social y deportivo, pero la IMM no aceptó esos términos y no hubo más negociaciones.

Sin ayuda permanente del gobierno Nacional, Municipal o de la propia Asociación Uruguay de Golf (no tiene estructura ni capacidad para hacerlo) el Club de Golf del Cerro es económicamente inviable.

En los últimos años el CGC ha sobrevivido recibiendo la recaudación de los eventos que se realizaron en las distintas canchas denominados “Unidos por le Golf”.

Así no se puede sostener en el tiempo una institución, recibiendo dinero de los otros clubes (son los golfistas son los que abonan las inscripciones), sus socios en la Asociación Uruguaya de Golf.

Dentro del predio del “Cerro” está ChiMont, una escuela de golf que sobrepasa el deporte y asiste no solo a los niños sino a sus familias.

Una gran obra que conmueve, sumergida en una institución que da perdidas mes a mes.

Si no hay club, no hay ChiMont.